¿Cómo llevas tu relación con la alimentación y la cuarentena? - PROVIF

¿Cómo llevas tu relación con la alimentación y la cuarentena?

Una de las cosas positivas que nos ha dejado esta pandemia, es el permitirnos pasar un poco más de tiempo con nosotros mismos, digo positivo, por que normalmente estamos acostumbrados a estar desconectados, a vivir en todos lados menos en el presente, siempre con prisas o preocupaciones.

Y es que esta situación nos obligó parar, a cambiar nuestra manera de ver la vida, a transformar nuestros planes. 

Es probable que este cambio tan repentino haya causado mucha incertidumbre, estrés o ansiedad, y puede ser que hayas recurrido a la comida como un escape a todas estas emociones y pensamientos, o tal vez pasas demasiado tiempo en casa y tiendes a comer por aburrimiento.

Entonces te pregunto, ¿cómo es tu relación con la comida? ¿eras consciente de cómo era esta relación antes de que todo esto pasara? ¿sabes cuál es la función de la comida en tu vida?

Como nutrióloga he visto este patrón en algunos de mis pacientes y como persona me vi, en ocasiones, utilizando la comida como método para gestionar toda esa incertidumbre que la pandemia me hizo experimentar.

Todos estos pensamientos, me llevaron a la siguiente reflexión: la alimentación va más allá del acto de comer y definitivamente los sentimientos y pensamientos tienen influencia sobre cuando, cuanto y qué comemos. 

Si a esto le agregamos los mensajes que recibimos como: “No te van a reconocer después de la cuarentena por haber engordando”, “no dejes de hacer ejercicio”, “no subas de peso en esta cuarentena”, obviamente esa ansiedad o ese estrés aumentarán y lo único que conseguirás será verte frustrado/a y comiendo igual o más que antes.

Si te sentiste identificado con lo que dije anteriormente, es probable que se este haciendo presente el comer emocional, aquella necesidad de comer algo en específico para sentirte mejor ante un suceso o una emoción, a veces es en automático y puede que no lo identifiquemos (de ahí mi opinión sobre el estar en todos lados menos en el presente).

Si te has visto en esta situación, aquí te dejo algunas recomendaciones para no gestionar tus pensamientos, emociones o aburrimiento con comida:

  • Conoce las diferencias entre hambre física y hambre emocional 
    • El hambre física aparece gradualmente y puede posponerse, te sientes satisfecho y puedes dejar de comer, te sientes mejor al terminar de comer y puede ser saciada con cualquier alimento.
    • El hambre emocional aparece repentinamente y tiene que ser saciada al momento, tiendes a comer más de lo habitual y puede aparecer la culpa y la sensación de descontrol y tiene que ser saciada con un alimento en específico.
  • Se consciente de tus niveles de hambre-saciedad, para que puedas conectar con tu cuerpo y sepas que cantidad de comida necesitas, así como identificar cuando puedes dejar de comer al sentirte saciado.
  • Aléjate de dietas restrictivas que te prohíban alimentos y te digan que comer y que no, enfócate más en por qué y para qué comes.
  • Se flexible, si tienes un antojo valora si lo puedes gestionar con otra actividad como escuchar música, salir a caminar, o bien, permítete comer el antojo, disfrútalo, pero se consciente de lo que tu cuerpo te trata de decir con el.

Creo que esta situación es una buena oportunidad para conectar con nosotros, escucharnos y volver a hacer equipo con nuestro cuerpo, solo tú sabes que es lo mejor para ti.

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